jueves, 14 de agosto de 2014

Operación Lauda

La temporada 1976 para el austríaco Andreas Nikolaus Lauda, Niki para los amigos. Luego de ganar el título en su segundo año en la Scudería Ferrari, antes pasando por March y BRM, parecía encaminado a ser bi-campeón mundial, elevando el legado austríaco en la Fórmula 1 luego del duro golpe que recibió el país europeo en 1970, cuando Jochen Rindt conisguió su título post-mortem.
Lauda lideraba cómodo el campeonato, llegaba al Norschleife con 23 puntos de ventaja, teniendo en cuenta que sumaban puntos los 6 primeros y el ganador solo conseguía como recompensa 9 puntos.  Jaems Hunt el playboy de la F1 de los '70 llegaba en segundo lugar con muchos altibajos, con victorias, abandonos y algunas desiciones polémicas de las autoridades.

La lluvia hacía eco en el mítico circuito germano de 14 kilómetros, si en seco es como lo bautizó Jackie Stewart «el infierno verde» en mojado era terriblemente peligroso. Lauda intentó convencer a los pilotos de boicotear la carrera, pero sus fundamentos no fueron creíbles con el resto de sus colegas puesto que el era el líder del torneo y si se cancelaba sería beneficiado.

Cuando se lanzó la prueba algunos optaron por neumáticos de piso seco y otros para asfalto en condiciones mojadas, Lauda y Hunt largaron con caucho para lluvia, grave error. En la primera vuelta tuvieron que detenerse para cambio de compuesto. La parada de Lauda fue desastrosa y con el afán de recuperarse pisó un charco y se estrelló a alta velocidad, destrozando la hermosa Ferrari 312T2 que como todos sabemos se incendió.
 

Los bomberos tardaban un poco en llegar ya que el circuito es enorme y no tenían tanta seguridad en pista como ahora, viendo la situación 3 pilotos tuvieron la valentía en ayudar a Lauda cuando se estaba quemando vivo, Harald Ertl, Guy Edwards y Brett Lunger, los 3 venían en distancias cercanas. Ertl pudo esquivar el accidente, pero Guy y Lunger no pudieron evitar a la Ferrari envuelta en llamas, que todavía tenía al austríaco dentro de la misma. Además de esos 3 valientes se sumó el hombre del sombrero, el italiano Arturo Merzario que debutaba con un auto propiedad de Frank Williams y Walter Wolf.
 
La acción de esos 4 pilotos fue muy meritoria, no solo es algo duro psicologicamente ver a un piloto en esa situación, sino también era algo muy arriesgado por que podían sufrir quemaduras. Lauda luego de un tiempo de sufrimiento y recuperación y de un gran esfuerzo del equipo médico decidió regalar a sus colegas un reloj de oro en agradecimiento por ayudar a salvar su vida.

Este primero de agosto se cumplieron 38 de esa fatalidad, y también 38 años de la última carrera que se corrió en el viejo Nurburgring, pasando en 1977 al antiguo Hockenheim de rectas largas, que vio ganador a Lauda. Me pareció oportuno recordarlo a Niki, pero también a los pilotos que se la jugaron y ayudaron a un colega en una situación muy difícil, esos mismos pilotos que le dieron la negativa a Lauda de sus pender la carrera. El más conocido quizás sea Arturo Merzario, que fue piloto de Ferrari, de Alfa Romeo, de Williams cuando el tío Frank tuvo muchos proyectos sin demasiado éxito, como el ISO Rivolta con los colores de Malboro, su palmares fue un par de 4tos puestos en 1973 con Ferrari y el tercer sitio de partida en el GP de Sudáfrica en 1974 con el ISO. 
Menos conocidos aún son los otros pilotos, Harald Ertl compitió en algunas fechas entre 1975 y 1978 con Hesketh e intentó clasificarse en el GP de Alemania en Hockenheim en 1980 pero falló. Murió en un accidente aéreo en 1982. Brett Lunger tampoco hizo mucho ruido en la F1, corriendo para equipos pequeños como el de John Surtees o Ensing, que compraban chasis viejos de equipos como McLaren y los acondicionaban, su mejor resultado fue un 7º lugar en Zolder, 1978. 
Guy Edwards es el que menos ruido hizo, corrió para Graham Hill, BRM y Hesketh pero también esporádicamente. Su hijo Sean Edwards el año pasado se encaminaba al título de la Porsche Supercup, pero falleció en un trágico hecho en un test en Australia. Curiosamente compartió su coche con Emilio de Villota en las 24hs de LeMans en 1981 a bordo del equipo Lola, y en un corto lapso de tiempo esos 2 pilotos perdieron a un hijo también piloto en el caso de Emilio fue cuando murió la guerrera, María.

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